Llevo varios días intentado escribir un artículo, pero cuánto más lo buscaba o lo pensaba, menos ideas o temáticas se me ocurrían al respecto. ¿Cómo puedo tener buenas ideas? ¿Las ideas surgen o se buscan? ¿El proceso creativo es siempre el mismo?… Preguntas como éstas me he ido realizando día tras día, hasta que he llegado a descubrir, según las investigaciones que parece que el proceso creativo es casi invariable, y digo CASI, por que no siempre utilizamos la misma forma para conseguir o llegar a una respuesta. A veces esa solución va a llegar en forma de inspiración, es decir, un estímulo espontáneo que surge en el interior de la persona y que no aparece por esfuerzo o voluntad (también puedes ampliar éste tema leyendo ¿Cómo es un creativo, se nace o se hace?) y otras veces la respuesta va a llegar por esfuerzo, trabajo o entrenamiento. Al final, este artículo que hoy estás leyendo ha llegado por ésta última vía, por el esfuerzo, por el tesón de persistir y no dejar caer mi lado creativo hasta que he podido decir ¡Eureka!
Si nos fijamos en la mayoría de herramientas de las que disponemos y que nos facilitan nuestra vida, encontramos que son varios los factores que las integran: Idea + Tecnología + Entorno y Personas; de esa manera hace que dicho pensamiento cobre vida y se convierta en una solución que nos facilita la vida o simplemente nos la haga más entretenida. Todas las cosas que hoy nos rodean, están compuestas de esos factores, elementos a tener en cuenta cuando realmente quieras conseguir algo; este mismo artículo está compuesto de una idea que quiero transmitir: “Creatividad por inspiración o por esfuerzo”, utilizando unos medios tecnológicos para ello y teniendo en cuenta cuál es mi entorno y las personas a las que se lo quiero transmitir.
Según algunas investigaciones, a veces se necesita de un momento de inspiración para resolver ciertos problemas, tener un estímulo que nos lleve a conseguir aquello que en un principio ni siquiera nosotros nos habíamos planteado, como fue el caso de Art Fry, un ingeniero que trabajaba en la 3 M y que en 1974 fue a una presentación de otro ingeniero Spencer Silver, que trabajaba con adhesivos que se formaba a sí mismo en pequeñas esferas y no se pegaba con mucha fuerza cuando se aplicaba a los soportes de cintas. Una vez inventado este adhesivo tan especial, la cuestión que se le planteaba a Silver era que hacer con él. Unas semanas más tarde Art Fry estaba en la iglesia buscando en el misal las distintas canciones que cantaba la congregación y se perdía con los trocitos de papel que supuestamente marcaban cuáles eran las hojas correctas, pero se le caía continuamente. Durante el sermón, Fry tuvo una inspiración: los post-it. Como bien decía Steve Jobs “La creatividad es simplemente conectar las cosas”.
Otras veces el único camino para encontrar la respuesta a un problema, es trabajar duro, fracasar, renunciar a muchas ideas, investigar, etc. A veces la creatividad requiere de mucho trabajo y para ilustrar lo que vengo comentando me voy a basar en un ejemplo que leí en un libro sobre el diseñador gráfico Milton Glaser. Este hombre recibió en 1977 el encargo de hacer un logo para rehabilitar la imagen de la Ciudad de Nueva York; después de unas semanas de trabajo presentó la idea “I love New York”, a todo el mundo le encantó esta idea pero al propio Milton no le fascinaba tanto como al resto, así que siguió trabajando y dando vueltas a esa misma idea, hasta que unos días más tarde cuando iba en taxi, garabateo en un papel las iniciales en mayúscula junto con un corazón rojo en vez de utilizar la palabra Love, lo que dio lugar a uno de los logos más utilizados e imitados en todo el mundo ¿quién no tiene, hoy en día, una camiseta con un logo similar?
Si tu inspiración no llega o no encuentras el estímulo necesario para resolver tu problema, no desistas porque con trabajo y esfuerzo también alcanzarás tus éxitos.
Fuente de Imagen: origenarts.com
